¡Hola viajer@s! Acabo de terminar de redactar los beneficios de viajar donde hablaba de las cosas buenas que te da el viajar, y si bien es una nota a corazón abierto, senti la necesidad de apuntalar con alguna historieta que me ha sucedido y darle un poco de historia y color al blog.
Ese viaje de verano a Dubrovnik estaba resultando espectacular, Croacia es un país espectacular, con unos paisajes y unas aguas increíbles, ahi creo que me aficione al snorkell, llevábamos varios días y sentíamos la necesidad de movernos un poco, por lo que empezamos a hacer cálculos y decidimos visitar Kotor en Montenegro y Luego Mostar en Bosnia.
Habíamos conocido gente durante el vuelo, asi que decidimos hacer un grupo, alquilar un coche para compartir gastos y emprender la aventura, la primera parte del viaje la podéis leer en este blog, pero digamos que fue un viaje de maravillosas vistas, realmente hay muchos paisajes muy bellos en el trayecto, y claro, hay que recordar que fue también escenario de la guerra de los Balcanes, por lo que puedes ver mucha destrucción aun hoy, pero en cierta forma es bastante seguro, (siempre y cuando no consideremos esas carreteras serpenteantes al lado del mar, con unos baches que en cualquier momento comienzan a escupir petroleo por la profundidad).
Como no teníamos muy claro el camino que nos llevaría a Bosnia fue que decidí encender el GPS del teléfono a ver como hacíamos, ahi descubrí lo que cuesta una conexión de datos en un país que las operadoras no lo consideran europeo, la cosa es que logramos una información a medias, y cogimos un camino que cada vez resultaba mas estrecho.
Algo nos hacía presentir que no íbamos en la dirección correcta, lo que me llamo la atención fueron unos cartelillos con un dibujo que me resultaron familiares, (ya que fui militar una parte de mi vida), pero no quise decir a nadie para no intranquilizar a los compañeros de viaje, y era ni mas ni menos de advertencia que estábamos en zona de campos minados, o sea literalmente había bombas bajo tierra. Si haces zoom con una cámara podrás leer la palabra Mine, pero estaban a unos 20 metros de la carretera, y no se llegaban a leer.
La estupidez de la guerra, no solo podíamos observarla en los restos de las construcciones afectadas, también en mucha gente con malformaciones, sino que también estaba ahí, al costado del camino aun esperando su próxima e inocente víctima, ya que la guerra acabó hace mucho tiempo.
De repente vimos a un señor que venía en una moto y decido que detengamos la marcha sin bajar del asfalto asi voy a preguntarle cual es el camino correcto, pero tomando la precaución de alejarme del coche para que mis compañeros de travesía no se preocuparan.
Este señor no hablaba inglés, pero nunca es un obstáculo cuando quieres entender, y basto con pocas señales para advertirme que debíamos volver en dirección contraria, pero que para esa maniobra el coche no podía bajar del asfalto, ya que no era seguro.
Asi fue que logramos volver en dirección contraria sin pisar tierra, y felizmente logramos llegar a Bosnia, de donde tengo algun par de historietas mas.
A continuación os dejo unas imágenes de lo que se puede ver hoy de la guerra de los Balcanes, aunque lo más complicado es aquello que no se puede ver.
Y para despedirme por hoy algo de música, de un tema de mi niñez que casualmente habla de la guerra, hasta pronto viajer@s…
Menos mal que todo se resolvió sin problemas, he visto en algun blog de 4×4 en la misma zona aproximada por la que habeis estado, encontrarse esos mismos carteles
Complicado este tema, la verdad que me sorprendí mas que todo por desconociemiento de su existencia, pero lamentablemente hay muchos lugares en el mundo que aun estan asi.