Belvedere: el complejo palaciego
El Belvedere es un magnífico palacio en Viena. Dos palacios barrocos se enfrentan en una colina inclinada. Entre los palacios se encuentra un jardín formal francés con fuentes, estatuas y cascadas.
Historia
El complejo fue construido como el palacio de verano de Eugène, Príncipe de Saboya, un comandante militar de origen francés que tuvo éxito en derrotar al ejército turco en 1683. El mirador fue diseñado por el arquitecto Johann Lukas von Hildebrandt, que creó una obra maestra de la arquitectura barroca de la corte.
Después de la muerte sin hijos del príncipe, en 1736, sus posesiones, incluyendo obras de arte y una gran biblioteca, fueron vendidas por su prima Anna Victoria. En 1752 vende también los palacios a la emperatriz Maria Theresia, que decidió utilizar el Belvedere para albergar la colección de arte real. En 1779, abrió el palacio y los jardines al público. A finales del siglo XIX, la colección de arte se trasladó al Museo Kunsthistorisches.
El palacio inferior fue convertido en un Museo de Arte Moderno, mientras que el palacio superior se convirtió en la residencia del archiduque Franz Ferdinand, hasta que fue asesinado en 1914, un evento que llevó al inicio de la primera guerra mundial.
En 1918, después de la guerra, el palacio fue apropiado por el Estado, después de lo cual ambos palacios se convirtieron en hogar de museos estatales. La mayor parte de las colecciones de los museos fue extraída de la colección del Príncipe de Saboya, quien fue un ávido mecenas de las artes y amasó una gran colección de pinturas y esculturas de toda Europa.
Unteres Belvedere
Las viviendas del príncipe de Saboya se situaron en el Unteres Belvedere, o el bajo Belvedere. El palacio fue construido entre 1714 y 1716 y contiene algunas magníficas habitaciones que están bien conservadas.
Muchas de las habitaciones están abiertas a los visitantes, como el Barockmuseum, que cuenta con una colección de pintura barroca y escultura. Se pueden visitar las habitaciones como el comedor, el pasillo del espejo y el dormitorio. Destaca la Marmorsaal, o sala de mármol, que está magníficamente decorada con estatuas y relieves de estuco.
Otra sala interesante es el Groteskensaal (sala de grotescos), decorado con murales de grotescos, pintados por el artista alemán Jonas Drentwett, en un estilo similar a las encontradas en antiguas casas romanas.