Un paseo por Sibayo
Sibayo es un antiguo poblado de piedra e ichu, empleado en el Valle del Colca. Por diversas razones, sus pobladores lo fueron abandonando, para ocupar un nuevo lugar más próximo a la carretera a Caylloma. Sin embargo, Sibayo no se resignó desaparecer. Hoy renace con todo su misterio y belleza, en un emprendimiento vivencial que ofrece una estadía en medio de la naturaleza árida y exigente de las alturas y en él tiene corazón de una historia única del sur peruano.
Sibayo es un distrito de la arequipeña provincia de Caylloma. Su fundación española se hizo bajo el modelo de la reducción de indios, los corregimientos y encomienda, y le dio a esta aldea de indígenas collahua, el nombre de San Juan Bautista de Sibayo. En 1776 el Virreinato entrega a los indios de Sibayo, tierras en Matarani, en la costa de Islay, con la finalidad de que estos extraigan cochayuyo y generan tributos. Los collahuas, por esos tiempos y según los cronistas, eran considerados “miserables” por las autoridades coloniales.
Hasta los años 50 del siglo XX el poblado se mantuvo habilitado, por haber sido centro de comercialización de carne y la lana, tanto como por la importancia y sus fiestas patronales, ligadas a la presencia de un templo en 1692, que es una verdadera joya de arquitectura y arte mestizo. Fue hacia los años 70 que el pueblo se comienza a desplazar hacia el puente de la carretera, pasos obligados a las minas de Caylloma, Arcata y Ares. En el año 1975, se crea la Cooperativa Artesanal conformada por 80 mujeres que comienzan a producir prendas de vestir de la fibra de alpaca para el mercado Europeo.
Desde tiempos inmemoriales, los habitantes de Sibayo cruzan el desierto y las montañas de Arequipa para llegar a las tierras bajas del Valle del Colca. Aquí intercambian sus cosechas con fruta, papas, carne seca y otros productos.
Así que durante su viaje a Perú pueden ser un testimonio de un sistema de producción y comercio de miles de años de antigüedad.
Durante la colonización española, el Vice-Reino de Toledo reconoció la pobreza en la que vivían los habitantes de Sibayo. Por lo tanto, les dio algunas tierras en la costa, para que pudieran pagar sus impuestos. Gracias a ello, la comunidad pudo extraer las algas que intercambiaban con otros productos.
A diferencia de otras comunidades del Valle del Colca, Sibayo mantuvo sus culturas y tradiciones.
Para aquellos entre ustedes que son aventureros y que les encantaría hacer un viaje por el Perú, seguir la caravana de lama de Sibayo es una buena opción.