Viajar a la India es como jugar a un juego, donde debes no sólo encontrar tu camino, sino que debes descubrir la magia y belleza que esconde esa especie de caos maravilloso que se produce, por la cantidad de gente, interminables filas de coches atascados en las ciudades y un largo etcétera, que solo podrán apreciar aquellos viajeros que estén planeando o soñando sus viajes a la India.
Cada segundo de cada día allí, descubres paisajes, sonidos, sabores y olores que nunca antes habías visto. El desafío es constante, ya que te ves obligado a observar, interpretar y comprender una forma de vida muy diferente a la suya.
El mundo que se vive allí es extremadamente enigmático, un mundo que a veces parece completamente anárquico y sin reglas básicas, mientras que otras veces brilla con el orgullo de ser la democracia más grande del mundo.
Cuando viajas a la India, luego de despertar cada día y salir de tu habitación, es como que una misteriosa corriente te abraza de inmediato y te guía hacia una nueva aventura única e inolvidable… Y eso sucede cada día…
Una aventura que te llevará a descubrir ciudades superpobladas, aldeas remotas que aparentemente permanecen inalteradas durante siglos, asentamientos tibetanos aislados quien sabrá a que altura en el Himalaya, pueblos enteros flotando en lagos, otros construidos alrededor de fortalezas en medio de un desierto, y hasta otros escondidos en las profundidades de la selva bajo palmeras a lo largo de kilométricas playas.
Camellos vagando por los desiertos, tigres en los bosques, elefantes que se arrastran por las calles de Delhi, y yaks en las montañas de Cachemira, sin mencionar vacas sagradas y monos espabilados que puedes encontrar en casi todos los rincones del país.
Vivirás sensaciones increíbles, de esas que tocan la fibra emocional de los viajeros, ya sean en los monumentos de Hampi, los atardeceres en Bundi y los amaneceres sobre el río Ganges, el mercado de Mumbai, extraños rituales que no voy a mencionar, porque quiero que los descubras por ti mism@, los encantadores remansos de Kerala, el Templo de Oro en Amritsar, los barrios de la ciudad que parecen no terminar nunca, y una larga e interminable listas de cosas a descubrir en tu viaje a la India.
Podrás disfrutar de visitar palacios mágicos, fortalezas, templos, mezquitas, monumentos, ruinas antiguas y maravillas naturales, cada uno de ellos dejándote más boquiabierto y asombrado que el anterior.
Como hay tantos, seguro que coincidirás con algunos festivales culturales y religiosos, que van desde los antiguos e inalterados por el tiempo, hasta las insondables e intensas demostraciones de devoción donde hay que ver para creer.
Quienes también disfrutan son los paladares mientras te llenas el estómago con gigantescas raciones de curry servido en hojas de plátano, samosas y pakoras frescas, masala dosas, kebabs de kathi, biryanis, momos, panes tandoori y algunos de los dulces más exóticos del mundo.
[bctt tweet=»En India, cada segundo de cada día descubres paisajes, sonidos, sabores y olores que nunca antes habías visto.» username=»viajohoy»]
Viajar a la India es gratificante, pero no es fácil. Un simple paseo por la calle puede ser agotador evitando a los conductores suicidas de camiones, taxis, rickshaws, carros de toro y coches, alguna que otra vaca agresiva, mendigos y vendedores gritando para llamar tu atención, tubos de escape humeantes, gente escupiendo por todas partes y aquí me detengo, porque es mas lo bueno por descubrir que esto que estoy mencionando ahora.
Pero la verdad es que, superado el primer shock, disfrutaras cada minuto. Una vez que te sientas cómodo con el juego, te sentirás atraído por esa locura y eso de vivir experiencias únicas y extraordinarias que cada día trae consigo.
El viajero que esté dispuesto a sumergirse en el caos y aceptar a la India con la mente abierta, es el que descubrirá las recompensas infinitas y transformadoras de la vida que solo India puede ofrecerte.