Malá Strana, o «Barrio Pequeño» traducido al español, es el área de la ciudad situada en las colinas debajo del Castillo de Praga y que llega hasta el rio , es uno de los distritos con la mayor historia y antigüedad de toda Praga. Y como he comentado con mayor historia es que vamos a contar un poquillo, sin agobiar, pero vale la pena saber el antecedente de lo que te vas a encontrar.
UN POCO DE HISTORIA DE MALA STRANA EN PRAGA
En la Edad Media, la ciudad estaba dividida en dos mitades, separadas por el río y el Puente de Carlos (lo cual la separaba del Stare Mesto, y si vas por Europa central quédate con esta palabra, ya que con muy poca diferencia, la parte antigua de la ciudad siempre será Stare Mesto). El rey Ottokar II de Bohemia fundó Malá Strana en 1257. El lado derecho de la ciudad era el centro de la población burguesa, nativa checa. La orilla izquierda, sin embargo, estaba formada por muchos más ciudadanos alemanes e italianos, junto con algunos palacios nobles. El rey había traído a muchos artesanos alemanes para ayudar a establecerse en su ciudad a algunos de los mejores comerciantes y artesanos de Europa.
En 1419 y 1541 a la ciudad sufrió grandes daños debido a los incendios provocados por los ejércitos invasores. Fue reconstruida después de los incendios en estilo barroco, con muchas casas pertenecientes a la burguesía de color pastel.
El corazón del Barrio Pequeño, desde el comienzo de esta zona de Praga, ha sido siempre la Plaza de Malá Strana, además de ser una de las zonas más animadas y pintorescas de toda la ciudad.
Cuando llegamos a Malá Strana desde la Ciudad Vieja, cruzaremos el Puente Carlos, notando que la calle Mostecká conduce de manera directa a ella. Pero si nos dirigimos a Malá Strana desde el Castillo de Praga, entonces tendremos que bajar las escalinatas y cruzar a la derecha por una pequeña calle llamada Zamecká, la cual desciende posteriormente por la Calle Nerudova, donde podrás encontrar muchos sitios diferentes que seguramente te encantarán, así que vale la pena perderse por sus rincones.
A medida que caminas por ésta área de la ciudad, te encuentras con pintorescas calles laterales y antiguos callejones, sientes como si hubieras sido transportado a través del tiempo. Los adoquines en el camino y los viejos ladrillos a lo largo de las paredes te encierran dentro de lo que se siente como un portal a otra era.
En Mala Strana, puedes encontrarte con pequeñas tiendas de baratijas, perfumes personalizados (sobre todo cuando sales por la parte de atrás del Castillo y bajas hacia el centro) y mucho más.
Tmbién hay varias iglesias que se han levantado sobre estas piedras desde su fundación. Aquí puedes comer y beber en los diferentes pubs, bares y restaurantes tradicionales checos a lo largo del río, con una vista pintoresca de la orilla derecha (Aunque no son la opción más económica).
Por la noche, las calles se iluminan y la multitud disminuye lo cual nos da otra perspectiva mas romántica aun si se puede de la ciudad de Praga. Aunque estés fuera del centro de la ciudad, es un verdadero placer pasar la noche de este lado. La mayoría de los hoteles de este lado de la ciudad se encuentran dentro de edificios bellamente restaurados, y te dan una idea de cómo habría sido vivir en Mala Strana en el Renacimiento.
QUE VER EN EL DISTRITO DE MALA STRANA EN PRAGA
La propia Mala Strana se divide entre las mitades inferior y superior de la colina. La mitad superior alberga principalmente el Castillo de Praga y los palacios y monasterios circundantes. La mitad inferior está formada por tiendas, hoteles, casas burguesas y varias iglesias.
La Plaza de Mala Strana
La Plaza de la Ciudad Pequeña se encuentra diferenciada en dos partes principales. Una de ellas es la alta y otra de ellas es la baja, las cuales siguen el desnivel del terreno, impuesto de manera completamente natural por la ladera de la colina en la cual se encuentra construida. En todo el centro de la plaza de Malá Strana destaca notablemente un gran bosque de edificios entre los que se encuentra la Iglesia de San Nicolás de Malá Strana, que no debe ser confundida en ningún momento con la Iglesia homónima de Stare Mesto, un antiguo convento de los jesuitas que llegaron hace varios siglos a la ciudad, y finalmente algunas viviendas particulares de locales de Praga.
Dentro de todo este espacio probablemente lo que más destaque sea la cúpula de la iglesia en conjunto con su campanario, que son verdaderamente simbólicos de todo el paisaje general de Malá Strana.
El Palacio de Wallenstein
El Palacio de Wallenstein, construido para Albrecht von Wallenstein es uno de los lugares más impresionantes para ver esta pequeña ciudad. El palacio se compone de 26 casas diferentes, cinco patios y un elaborado jardín francés. Wallenstein trajo arquitectos y artesanos italianos en 1623 para construir su palacio, así que mientras caminas por los jardines, puedes tener la sensación de estar en Italia. El jardín también estaba influenciado por los jardines italianos e incluía un aviario, una gruta y una fuente.
La Iglesia de San Nicolás
La Iglesia de San Nicolás siempre ha servido como lugar de encuentro para los ciudadanos de las partes alta y baja de la ciudad. Es el corazón y el alma de la ciudad y como tal, es una maravilla arquitectónica. En el interior de la iglesia se pueden ver aún más obras de arte checas. La cúpula está finamente pintada con la escena de la apoteosis de San Nicolás, el defensor de los niños, los marineros y los fieles.
La iglesia de Nuestra Señora Victoriosa
Además de la iglesia de San Nicolás, la iglesia de Nuestra Señora Victoriosa es también otro lugar sagrado de devoción y oración. En el interior de la iglesia se encuentra la gran estatua del Santo Niño Jesús de Praga. Esta pequeña estatua atrae a millones de personas a la iglesia cada año.
El Lennon Wall
El Lennon Wall es uno de los lugares preferidos tanto por los turistas como por los lugareños. Desde los años 80, la gente ha venido a visitar este muro y a cubrirlo de graffitis relacionados con John Lennon y los Beatles. Representa todos los ideales que John Lennon defendió, la paz, el amor y la igualdad. Los orígenes de la primera pieza de graffiti son desconocidos, pero parecía haberse propagado como un reguero de pólvora. Además del graffiti inspirado en Lennon, en 1988 el muro se convirtió en un lugar donde los jóvenes checos podían expresar sus quejas sobre el régimen comunista. Cada vez que las autoridades locales pintaban sobre el graffiti al día siguiente, se cubría de nuevo con poemas y pinturas. Eventualmente, dejaron de intentarlo y lo aceptaron siempre y cuando la gente se limitara a hacer graffiti en esta área y no empezara a desfigurar toda la mitad inferior de Mala Strana.
La isla de Kampa
La isla de Kampa es un tranquilo y verde refugio al lado del Puente de Carlos. En la isla de Kampa, verás a muchas familias checas locales salir a disfrutar de un tiempo al aire libre. Hay esculturas al aire libre a lo largo de la isla junto con el Museo de Arte Moderno de Kampa. En este Museo se encuentra la colección privada de Meda Mládek.
Hay muchos cafés y cervecerías diferentes a lo largo de la isla para tomar algo, varias tiendas pequeñas y cuando el buen clima acompaña hay espectáculos al aire libre.
Mucha gente viene por este barrio sólo para visitar el Castillo de Praga, pero le aconsejo que se tome un día al menos para venir a visitar todos los pequeños rincones de este distrito de Praga. Hay mucho que descubrir y disfrutar en este lugar.