Semana Santa en Florencia
En Italia, una de las fiestas de Semana Santa más curiosas es la que se celebra en Florencia el domingo de resurrección. En la Plaza del Duomo, frente a la puerta de la Catedral de Santa María del Fiore se instala un carro, llamado Brindellone, (Desde hace siglos el «brindellone» es el corazón de la celebración pascual, es utilizado el Sábado Santo y el domingo de Pascua, . en medio de los ritos de la mañana de Pascua), cargado de fuegos artificiales y en cuyo interior se custodian tres piedras del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Esta curiosa tradición proviene de la época de las cruzadas, cuando el caballero florentino, Pazzino del Pazzi fue el primer cristiano en subir a los muros de la Jerusalén en 1099 y liberar el Santo Sepulcro. Como premio a su valor, Godofredo de Bouillon, el primer rey de Jerusalén, le otorgo las tres piedras del Santo Sepulcro que el soldado italiano entregó a su vez al obispo de su ciudad natal, que al chocarlas entre si provocó un fuego sagrado que se pretende imitar con estos fuegos artificiales.
Mientras los historiadores continúan discutiendo sobre la existencia de este mítico personaje inmortalizado por escalar las paredes de la ciudad Santa, la explosión del carro hoy como ayer atrae a miles de personas, todos observando hacia arriba para ver pasar la estatua de Columbine, que seria como un pájaro pequeño que lleva encendida la mecha, que parte desde el altar de los recorridos del Duomo rápidamente a lo largo de un alambre hasta el mismo carro y por el que se desliza para encender la mecha de los fuegos artificiales que estallan en un espectáculo increíble para los asistentes.
El carro actual fue construido hacia el año en 1765, después de que el anterior resultara dañado por los incendios y ya no era el caso de restaurarlo. Luego construyó el carro «triunfante» que era mas más fuerte y con tres estantes que podrían recordar las máquinas de guerra que utilizaron para asaltar las murallas en la edad media, quizás un recuerdo de Pazzino al momento de la conquista de Jerusalén. Si nos fijamos en la parte superior del vagón, se observa claramente una corona, una cresta que debe recordar las murallas de Jerusalén, apoyado por cuatro delfines en son el símbolo de la capa de Pazzi. Otras insignias o armas de fuego están en un más bajo nivel.
La espera esta marcada por una serie de acontecimientos, el enganche del cable por donde irá el pájaro con la mecha, la seguridad de los fuegos artificiales, el posicionamiento de la procesión, el «paso de los Bandierai al sonido de tambores y anunciado por las trompetas, la extracción de los equipos que se desafían, ritos religiosos, la caravana con el arzobispo del Baptisterio de la Catedral ,quien bendice y finalmente, por último, la entonación del Gloria que da paso al lanzamiento de la paloma con la mecha, para comenzar los fuegos artificiales.
En ese momento todas las miradas se centran en el cable, apenas perceptible, cuando finalmente pasa La Colombina con un silbido desapareciendo de la vista casi de inmediato. En la apoteosis del evento, humo, explosiones, miles de chispas que se envuelven alrededor del carro y todo el camino alrededor de los cientos de flashes de las cámaras.
Ahora estamos en la parte final de este rito que es único en el mundo, otra vez vez la paloma ha hecho su tarea, todo listo podemos irnos hacia la merecida cena de Pascua, la gran plaza es un temblor de manos, abrazos, saludos.
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